Oración funebre que, por encargo de la Real Academia Española, y en las horas de Miguel de Cervantes y demás ingenios españoles, pronunció en la iglesia de monjas trinitarias de Madrid, el 28 de abril de 1862
Madrid : Imprenta y estereotipia de M. Rivadeneyra, 1862
39 p. ; 26 cm
RegistroSignaturaBibliotecaDisponibilidadAcción.
22236F/foll. 150A. FRAGUASConsulta en sala